Dios nos proveyó de una boca y dos orejas. Un buen orador no solo sabe hablar, sino también escuchar a su interlocutor.
Siempre cautiva cuando hablas y cautiva cuando escuchas
Ricky Funes, Coach Internacional en Oratoria
Dios nos proveyó de una boca y dos orejas. Un buen orador no solo sabe hablar, sino también escuchar a su interlocutor.